Seguramente muchos se estarán preguntando, que es la psicología transpersonal, que abarca, a que se dedica??? Bueno, vayamos por partes… Transpersonal, significa de forma literal, más allá de la persona… Transciende los límites personales, para llevarnos a una realidad más espiritual.
Michael Daniels (2005, p. 11), “el término transpersonal se refiere a las experiencias, procesos y eventos en los cuales el sentido limitado de nuestra identidad es trascendido, y un sentimiento de conexión con algo más grande, con una realidad más significativa es experimentado”.
Nosotros no somos solo el cuerpo físico, no solo debemos acostumbrarnos a vivir “esta realidad normal”, como considera el paradigma normal de la psicología. Nosotros somos seres compuestos de varios cuerpos: el físico, al alma y el espiritual, el energético, etc. y para llevar adelante una vida satisfactoria, debemos cuidar de todos ellos.
La psicología transpersonal busca la transformación de la persona, de su ser interior. Busca ayudar a la persona a trascender sus límites, a evolucionar, a mejorar en todos los sentidos de la vida. En definitiva, busca transcender el Ego, para centrarse en el Ser interior. Es un viaje interior. Y este viaje tiene como destino, conocernos a nosotros mismos.
La Psicología Transpersonal es la disciplina científica que investiga sobre las experiencias transpersonales, procesos y eventos. Sutich A. en 1968, uno de los padres de la psicología transpersonal, dice: “Psicología Transpersonal (o ‘Cuarta fuerza’) es el título dado a una fuerza emergente en el campo de la psicología por un grupo de psicólogos y profesionales hombres y mujeres de otros campos que están interesados en el potencial y capacidades últimas del ser humano que no tienen un lugar en la psicología conductista o positivista (‘Primera Fuera’), en la teoría clásica psicoanalítica (‘Segunda Fuerza’), o en la Psicología Humanista (‘Tercera Fuerza’). La nueva Psicología Transpersonal que emerge está interesada específicamente en el estudio científico y empírico así como de una responsable aplicación de los descubrimientos relevantes sobre: los valores últimos, conciencia unitiva, éxtasis, experiencias místicas, autorrealización, el significado último, la trascendencia del yo, el espíritu, la unidad, la conciencia cósmica, la sinergia entre individuos y especies, la felicidad, lo sagrado, fenómenos trascendentes, percepción extrasensorial [entre otras que cita]”.
Esta es solo una de las definiciones dada, pero a lo largo de otras definiciones podemos encontrar también, experiencias fuera del cuerpo, experiencias cercanas a la muerte, memorias de vidas pasadas, estados alterados, expandidos o no ordinarios de conciencia, amor, compasión, fusión con los otros, canalización, voz o guía interior, proceso creativo, iluminación, sincronicidad, capacidades psíquicas, etc.
La sociedad en la que vivimos, se rige por valores que tienden a enfatizar el consumo, es decir el aspecto material, está por encima del espiritual. Según los valores de nuestra sociedad, la felicidad la conseguimos ocultando nuestras sombras, adaptándonos a lo que se considera “normal” y obteniendo cada vez mas bienes; porque la felicidad se encuentra en el poseer!! Nuestra sociedad enfatiza el Yo, el Ego como una realidad fundamental que hay que satisfacer, esto fomenta el individualismo, la soledad, la competición, etc.
La verdad es que la FELICIDAD SE ENCUENTRA DENTRO DE NOSOTROS, NO EN EL AFUERA!!
Estamos inmersos en una “realidad” en la que predomina la satisfacción inmediata, la superficialidad y la negación de la sombra. Y de esta manera, jamás llegaremos a un cambio interior. Tapamos nuestros problemas con medicamentos, que no son más que un placebo instantáneo para el “dolor emocional” que tenemos, pero la raíz, el problema en sí, jamás se soluciona, por lo que nos volvemos adictos a ese “placebo instantáneo” o cambiamos.
Jorge Ferrer (2002, p.68) nos dice, “la meta de la búsqueda espiritual no es tener experiencias espirituales, sino estabilizar la conciencia espiritual, vivir una vida espiritual y transformar el mundo correspondiente. Nunca se repetirá bastante que, independientemente de su cantidad, las experiencias espirituales no crean una vida espiritual”.
¿Qué nos demuestra esto? Que el camino espiritual tiene que ir de la mano de un trabajo psicológico (recuerden que nosotros somos un conjunto de “cuerpos”, no solo el físico), y también de un trabajo de autoconocimiento, de lograr hacer consciente el desequilibrio que existe entre nuestras estructuras mentales y emocionales y de cómo reaccionamos y respondemos a las situaciones que enfrentamos a diario. Y a todo esto, le agregamos el trabajo de saber interpretar lo que nos quiere decir nuestro cuerpo físico, saber escucharlo; lo que nos llevara, finalmente, al inicio de la propia sanación o transformación interior, que baraca la parte física, mental y emocional.
En sus inicios, la psicología transpersonal, se focalizo en los aspectos positivos del ser humano, en reacción opuesta a la tendencia d la psicología de este entonces, que era negativa. En consecuencia, se comenzó a promover una psicología más humanista y trasnpersonal, en la que el desarrollo personal se presenta como fácil, divertido, siempre hacia adelante y con un “pensamiento positivo”. Pero en un principio, se dejo de lado la “sombra” de nuestra condición humana. A lo largo del tiempo y hasta nuestros días (y con el trabajo de C.G Jung, que hablo de la “sombra” humana como la dimensión del inconsciente), se llega a una psicología transpersonal mas unificada y productiva a la hora de ayudar a las personas en su búsqueda interior. En la “sombra” de la que habla Jung, se encuentran nuestras raíces, que son las que nos permiten anclarnos y sanar las heridas de nuestra Alma.
Pero, la visión transpersonal no solo pertenece al ámbito de la psicología, sino que se extiende a otros como la sociología, la psiquiatría, la ecología, etc… Es una visión de vida… Y Ferrer la define de la siguiente manera: “La teoría transpersonal, sin embargo, no es meramente otra disciplina académica. La visión transpersonal es una forma de pensar y de vivir el yo, los otros y el mundo que se puede manifestar de maneras diversas no sólo en los estados transpersonales, sino también en las relaciones, comunidad, sociedad, ética, educación, política, filosofía, religión, cosmología y en casi cualquier otra área del pensamiento, del sentimiento y de la acción humana. Es decir, la teoría transpersonal puede aportar un nuevo entendimiento y transformar prácticamente cualquier fenómeno en el que participen los seres humanos. Cuando digo que la visión transpersonal puede transformar el mundo, no estoy hablando en términos poéticos o metafóricos. Lo que estoy proponiendo es que la intención final de cualquier visión transpersonal genuina no es la elaboración de modelos teóricos para comprender los fenómenos transpersonales, sino engendrar una realidad intersubjectiva comparativa, una realidad transpersonal. La meta última de la visión transpersonal es facilitar el nacimiento de un mundo transpersonal”
